[CRÍTICA: “Ghostbusters: Afterlife” de Jason Reitman]
- Gonzalo "Sayo" Hurtado
- 23 nov 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 6 dic 2021
Todo un clásico de los ochentas, la franquicia de “Ghostbusters” llega a una cuarta entrega que los fanáticos esperaban con ansiedad. Pero aun cuando Ivan Reitman –padre del director- se mantuvo cerca del proyecto, el resultado final tiene más de fórmulas recicladas que de algún elemento en particular que la pudo haber hecho original y única. Durante el Festival de Morelia en México, pudimos asistir a la conferencia de prensa con Jason Reitman y a la función de clausura de esta producción que ya se encuentra en la cartelera local.

El centro histórico de Morelia, en el estado norteño de Michoacán, con sus calles empedradas e imponentes catedrales, se asemeja a muchas otras ciudades latinoamericanas como Arequipa y algunas de Colombia. En esta pintoresca urbe de la “zona caliente” se realizó la edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia. Junto a una programación dedicada a la ficción y el documental mexicano, también alternan muchos títulos provenientes de la Semana de la Crítica de Cannes y estrenos internacionales como el que nos ocupa en esta oportunidad. Con la clausura de este evento programado en plena celebración por el Día de Muertos (una fiesta que suele opacar a la fiesta de Halloween), la presentación de “Ghostbusters: Afterlife” se sumó al espíritu festivo de la fecha por el carácter sobrenatural de la película en cuestión.

Conferencia de prensa de "Ghostbusters: Afterlife" en el Festival de Morelia. Foto: Sayo Hurtado
El lunes 1 de noviembre tuvo lugar la conferencia de prensa en el Centro Cultural Universitario con el director Jason Reitman, quien se mostró amable y cooperativo con los medios de prensa, calificando este acercamiento a la franquicia que inicio su padre como “Una experiencia como la de cualquier otro niño”, para luego agregar que “Yo nací dentro de este legado tan grande. Cuando era adolescente tenía miedo de ser director, pero mi padre me animó a tomar valor y empuñar la pistola de protones y ponerme al frente de esta película. Me tomó mucho tiempo asumir esa responsabilidad porque toda mi vida me pregunté si iba a dirigir una entrega de “Ghostbusters” y me animé a hacerlo por dos motivos: la muerte de Harold Ramis (quien caracterizó en el original al Dr. Eron Spengler) y porque quería que mi hija de 12 años se sintiera como una heroína al verla”.

Director Jason Reitman en conferencia de prensa en Morelia. Foto: Sayo Hurtado
Durante su etapa de definición vocacional pensó en hacerse psicólogo, pero fue algo que descartó rápidamente: “Creo que salvé al mundo de un mal doctor”, para luego remarcar la importancia de ser parte del cine como espectador: “A mí me gusta mucho el streaming como cualquier persona, pero apenas la baja de la pandemia me dio oportunidad, compré unos boletos y me fui a un teatro con mi hija a disfrutar de una función como siempre lo he hecho: comiendo palomitas de maíz. Esta película la hice para disfrutarla en familia y sentir lo cercanos y similares que somos todos en una sala al estar rodeados de desconocidos”. Jason también aprovechó la ocasión para remarcar la importancia de trabajar con mujeres en la industria: “Siempre me ha gustado contar historias de mujeres y yo he estado rodeado de muchas y muy brillantes como Diablo Cody (la guionista de varios de sus proyectos como “Juno”). Yo creo que hay que empoderar a las mujeres para que logren las cosas increíbles que se propongan”.

Director Jason Reitman firmando un LP de "Ghostbusters" a pedido de un fan. Foto: Sayo Hurtado
Sobre la película en sí
A diferencia de su padre, Ivan, cuya filmografía está más volcada a la comedia desde múltiples registros (desde lo burdo hasta el fantástico), Jason Reitman ha orientado su cine a la comedia dramática, teniendo como títulos más destacados a “Gracias por fumar” (2005), “Juno” (2008) –por la que consiguió su primera nominación al Oscar- y “Up in the air” (2009), donde alcanzó la madurez como realizador al encontrar el equilibrio perfecto entre la ironía del individuo que se enfrenta a la contradicción y las tragedias cotidianas. La última parte de su carrera ha denotado un bajón cuando ha querido explotar esa veta reflexiva en sus personajes, acusando notoriamente un desgaste en su propia propuesta. “Ghostbusters: Afterlife” se mostraba como la oportunidad de volver a figurar, pero con un blockbuster que impactara de lleno en la industria.
Esta franquicia sigue teniendo como mascarón de proa a la primera entrega de 1984, la que alcanzó un notable éxito de taquilla gracias a su combinación de seres sobrenaturales exaltados por los FX de la época, el contar con un batallón de comediantes como Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Rick Moranis, quienes fueron el balance ideal frente al lado tenebroso de la historia, además de la presencia de una actriz que ya era icónica en la ciencia ficción gracias a “Alien: El Octavo pasajero” (1979) como Sigourney Weaver, a quien el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante calificó en aquellos años como “una montaña de sensualidad”. El siguiente episodio de 1989 no tuvo la calidad de su predecesor, pero satisfizo la necesidad del público por volver a ver en acción al excelente elenco. Numerosas series animadas, cómics y video games mantuvieron viva esta leyenda ochentera en los siguientes años, hasta que en 2016 regresaron con un elenco femenino que a pesar de no generar malos ingresos, causó más de un resquemor en los seguidores del original al punto de ser desterrada de la cronología oficial.

Versiones de 1984, 1989 y 2016 de "Ghostbusters"
La nueva versión se propuso hacer un puente directo con los 2 episodios iniciales, teniendo esta vez un grupo de jóvenes personajes como Trevor (Finn Wolfhard), Phoebe (McKenna Grace), Podcast (Logan Kim) y Lucky (Celeste O’Connor), siendo respaldados por dos presencias adultas como Paul Rudd y Carrie Coon (estos últimos no aportan más que sus nombres). La fórmula inicia de lleno con la intención de homenajear a Harold Ramis, fallecido en 2014, resaltando como parte del nuevo elenco a los nietos de su personaje: el Dr, Eron Spengler, quien tras fallecer les deja un indeseable terreno en un pueblo lejano en donde ha dejado plantado gran parte de sus artilugios científicos para combatir a una nueva invasión de entidades demoníacas que están por resurgir.

McKenna Grace, Logan Kim y Finn Wolfhard en "Ghostbusters: Legacy"
El principal problema de esta nueva versión es el centrar la acción en una pandilla de chicos que buscan emular de alguna manera a grupos inolvidables como el de “Los Goonies” (1985) -idea referenciada y explotada hasta el hartazgo en series recientes como “Stranger Things”- y que no deja bien parado a los actores actuales, incapaces de llegar a la suma de ingenio y matices de aquel inolvidable clan ochentero producido por Steven Spielberg. El otro aspecto lo supone la vuelta a las fórmulas y convenciones originales, de modo que estas se muestran “tan respetuosas” y dependientes del original que no traen ningún giro innovador ni una nueva propuesta que justifique el título presente. Incluso la presencia de los personajes clásicos en el tramo final no es más que un recurso sacado del bolsillo que responde más a una acción publicitaria. Del mismo modo, el recurrir a una “resurrección digital” del desaparecido Harold Ramis se agota rápidamente en una historia que termina siendo cansina y desganada.

Director Jason Reitman con su padre Ivan y parte del elenco en el set.
En el saldo final, Jason Reitman muestra sus recursos agotados en ese afán de hacer una película disfrutable para toda la familia y que no es más que la suma de muchos lugares comunes de la franquicia. La tan mentada presencia de su padre en el set no es algo que se sienta con un peso específico en el desarrollo, siendo detalles como el de un joven cocinero vomitando hamburguesas un guiño directo a títulos burdos como “Albóndigas” (1979), cuando Reitman Papá buscaba la risa en lo escatológico. Si las cifras se mantienen al nivel de las películas anteriores, al menos “Ghostbusters: Afterlife” podrá proclamarse como un éxito del marketing y en consonancia con tantos comentadores que en redes se entusiasman con disfuerzo y mimetizados con fanáticos que solo celebran el perpetuar productos al margen de la calidad final de los mismos.

*La película ya se encuentra en cartelera
Comments