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[CRÍTICA: “Zack Snyder’s Justice League”]

  • Foto del escritor: Gonzalo "Sayo" Hurtado
    Gonzalo "Sayo" Hurtado
  • 20 mar 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 14 may 2024

Tras la tibia recepción de la primera versión de “Liga de la Justicia” (2017), montada y con mucho material regrabado por Joss Whedon debido a la deserción de Zack Snyder por una tragedia familiar, la presión de los fans finalmente hizo ceder a los ejecutivos de Warner Bros. para lanzar un corte supervisado por su director original y con abundantes tomas que habían sido descartadas.


Lo que más llama la atención de todas las circunstancias que han rodeado a la creación del Universo Extendido de la DC (DCEU), son las decisiones erráticas y los cuestionables criterios que han dejado un mar de dudas al momento de plantear el desarrollo de sus franquicias fílmicas. Comparativamente, la Marvel ha pasado por menos apuros al haber avanzado y con tan solo un dramático cambio en el camino (el reemplazo de Edward Norton por Mark Ruffalo en el papel de Bruce Banner / Hulk), y el replanteamiento de Spider-Man de cara a las negociaciones por derechos de autor de los personajes y que ya le permiten tener el terreno llano en ese sentido.


En el caso de la DC, cuando todo parecía apuntar a que su propio universo ya quedaría perfectamente establecido con Liga de la Justicia” (2017), pues todo lo contrario ha ocurrido dejando una sensación de futuro incierto ante lo que se viene. En ese contexto, en el que algunos actores son descartados y otros se encuentran renegociando su permanencia, se lanza esta versión que lejos de plantear la unidad, es más un canto a lo que pudo ser y no fue.


La historia en sí


La oportunidad de Zack Snyder de volver a su material original y dado que esta presentación es exclusiva para el canal HBO MAX como parte de la puesta en valor que Warner quiere hacer de él en este período de pandemia, supone el rescate de un material con más ojo en el posicionamiento de la plataforma que en planes futuros desprendidos de él. De eso se entiende que las 4 horas de esta versión (extensión excesiva, por donde se le mire) hubiera sido impensable de cara a un estreno en salas de cine.


La trama no ha sufrido cambios sustanciales y sigue el continuo tras la muerte del Hombre de Acero (Henry Cavill) en Batman vs Superman” (2016), dejando a Bruce Wayne / Batman (Ben Affleck) con un sentimiento de culpa que lo lleva a unirse a Diana Prince / Wonder Woman (Gal Gadot) para conformar un equipo especial que pueda enfrentar a una amenaza alienígena en busca de una energía suprema que podría generarse al unir 3 cajas de poder escondidas en la Tierra desde hace siglos.


En primer término, la figura del villano Darkseid (voz de Ray Porter), clásico enemigo de la JLA y omitido en la versión anterior, es puesto ahora visiblemente delante de su emisario Steppenwolf (voz de Ciaran Hinds). Lamentablemente y esto es un vicio arrastrado desde la película de 2017, ambos personajes son antagonistas con escasa humanización desde su concepción en F/X, siendo figuras robóticas y con más propósito en un video game que en una película de acción real. Haciendo la comparación con el Thanos del universo de Avengers y su filosofía y justificación como conquistador de mundos, el resultado termina siendo muy pobre.


El segundo aspecto a resaltar es el sentido de unidad de esta nueva versión desde la dirección artística y en el delineamiento de los personajes. Es evidente que el corte de Joss Whedon dejó la sensación de ser una película impersonal y descafeinada, de una simpleza pasmosa y como un compromiso de agenda a cumplir (y cargada de detalles sexistas de absoluta gratuidad). De ello al caso presente, es evidente que el filme es más compacto en sus intenciones, pero que alcance esa dimensión y se acerque más a la idea original de su creador no lo hace genial ni un hito en el género.


La idea de este equipo especial de superhéroes mantiene el tono oscuro de la mayoría de propuestas de Snyder aunque con menor intensidad. Eso sí, resalta la idea de algunos personajes qué en el afán de salvar vidas inocentes, no tienen empacho en reventar a los villanos de turno (la escena en la que Wonder Woman salva a un grupo de visitantes en un museo, deja grandes manchas de sangre de los malhechores vencidos a la vista). Visión alejada de los cómics y que refuerza parte de la mirada del director por un conservadurismo que enaltece la pena de muerte, la estigmatización de lo diferente (los extraterrestres pueden ser equiparables con cualquier enemigo del gobierno estadounidense) y el tradicionalismo más rancio.


En el paralelo entre esta historia y la de Watchmen” (2009), en la que Snyder encontró en el cómic original de Frank Miller la excusa perfecta para desbordar todos sus fantasmas internos en torno a un grupo de paladines que más se acercan a la idea de paramilitarismo, Liga de la Justicia hubiera tenido un eco inolvidable si hubiera explotado un camino disruptivo como la sugerencia de un mundo caótico en el que un resucitado Superman es dominado por una parte siniestra de la energía de una de las cajas que lo trae nuevamente a la vida y hace de él un ente maligno al servicio de Darkseid.


Pero dicha idea solo forma parte de un conjunto de epifanías con las que Snyder “adorna” la historia y crea un momento de falsa expectativa en la que trae de vuelta al Joker de Jared Leto brevemente, solo para cumplir con la misión comercial que empezó desde las promociones de esta producción. La sensación final del tan esperado Snyder’s Cut es el de una película que busca complacer al deseo de los fanáticos en un momento en que este universo deja poco y si muchas dudas. Con un Ray Fisher desembarcado del papel de Cyborg por desavenencias con las cabezas de Warner, un Henry Cavill no confirmado en su papel del kryptoniano, un Ben Aflleck –que no resultó ser el desastre que muchos pronosticaban como Batman-, que perdió la chance de dirigir y protagonizar la nueva película del enmascarado ahora interpretado por Robert Pattinson, el momento final de la película solo deja preguntas e interrogantes que difícilmente se responderán con una continuidad sobre esta producto que solo evidencia la desconexión de ideas de los directivos de la compañía.

Zack Snyder en el set "Liga de la Justicia", cuando nada hacía presagiar su triste destino.

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