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[ENTREVISTA: Pan Nalin, director de “Last Film Show”, pre seleccionada al Oscar por India]

Foto del escritor: Gonzalo "Sayo" HurtadoGonzalo "Sayo" Hurtado

Actualizado: 8 ene 2023

Este drama sobre un niño de un pueblo lejano de la India que queda fascinado por la magia del cine, ya está en el Short List de Mejor Película Internacional junto a grandes favoritas como “Argentina 1985” y “Sin novedad en el frente”. La producción se encuentra en estos momentos en Los Angeles haciendo la promoción ante los miembros de la Academia de Hollywood. En medio de esta agotadora labor, pudimos conversar con su director, Pan Nalin, cuya última obra tiene puentes con la peruana “Willaq Pirqa”.


La historia personal de Pan Nalin no difiere mucho de la del pequeño Samay (Bhavin Rabari) de Last Film Show. Nacido en 1965 en la modesta aldea de Adtala en la costa Oeste de la India, su acercamiento al cine se dio desde los 9 años en los teatros populares de su localidad en el estado de Guyarat, donde en lugar del inglés y el hindi, predomina el guyaratí, lengua hablada por 46 millones de personas y que es el idioma en el que está grabada esta producción. Gran parte de esa etapa de su niñez se la pasó viajando en tren para ver películas en un teatro cercano, accediendo a la sala de proyecciones al entregarle siempre al encargado de ella el almuerzo que su madre le preparaba para la escuela.

Pan Nalin en un alto del rodaje de "Last Film Show"


Con formación académica y autodidacta, ha realizado más de una veintena de cortometrajes, además de trabajar como documentalista para las cadenas Canal Plus, BBC, Discovery, National Geographic y France 3. Su debut en el largo de ficción se dio con Samsara (2001), una aventura sobre la búsqueda espiritual en los montes Himalaya producida por Monsoon Films y que ganó el Gran Premio del Jurado del American Film Institute Fest y reconocimientos en los festivales de Durban y Santa Barbara que lograron su distribución a través de Miramax. Sus siguientes largos, Valley of Flowers (2006) y Angry Indian Goddesses (2015) también contaron con gran distribución mundial. Tipo sencillo y rústico, su mirada del cine está muy anclada a la nostalgia de sus recuerdos de niñez como espectador y a su preferencia por registrar la óptica de sus producciones con lentes antiguos sobre cámaras digitales modernas. Last Film Show es la película que más se acerca a sus propias vivencias en toda su filmografía y ha sido hecha con apenas US$ 2 millones. Aquí la charla que tuve con él en la víspera del Año Nuevo.


SAYO HURTADO: ¿Cómo nació la inspiración para escribir Last Film Show?


PAN NALIN: En realidad, mi inspiración viene de 2 lugares diferentes. Desde que decidí dedicarme al cine, mis familiares solían decirme: “Oh, no nos sorprende que te hayas vuelto cineasta”, porque desde que era niño yo estaba fascinado con la luz. Yo hice muchas travesuras de pequeño con respecto al cine: me metí en problemas e incluso me enviaron una semana a un hogar de menores por robar carretes de película, por lo que hubo muchos incidentes que siempre estuvieron en boca de mis familiares y amigos.


Muchos años después, en 2011, cuando estaba visitando a mis padres, me dijeron que debería ir a hablar con un amigo de mi infancia llamado Muhammad, que era el sobrino de un proyeccionista de cine y que estaba pasando por un momento muy malo. Él había perdido su trabajo, lo despidieron porque no sabía manejar el nuevo sistema de proyección digital, así que nos sentamos a tomar té y comenzamos a hablar sobre el celuloide y el cine y me dijo que todos los proyectores se estaban desechando junto a los rollos y los estaban reciclando en souvenirs y brazaletes para mujeres. Él no hablaba inglés y no sabía usar una computadora, así que lo despidieron y no era el único. Había miles de proyeccionistas en toda la India en su misma condición.


Esa conversación se me quedó grabada y luego, entre 2019 y 2020, es cuando su historia y mi propia historia de la infancia me inspiraron a escribir Last Film Show, porque yo me di cuenta de que iban a ser como 10 años de la desaparición del celuloide. En segundo lugar, todas las plataformas de transmisión se estaban volviendo muy populares desde 2015. Entonces, yo me preguntaba ¿cuál iba a ser el nuevo papel del cine? Me encanta la magia de ir a una sala y ver las películas en una pantalla grande. Es una experiencia mágica que me hace volver a mi infancia y a la inocencia de esos años, así que pensé: “está bien, este puede ser un buen momento para hacer esta historia que está vagamente inspirada en mi propia niñez” y eso se convirtió en "Last Film Show".


SH: ¿La influencia de Cinema Paraíso también se sumó a todo ese proceso creativo?


PN: Absolutamente. La primera vez que la vi fue como 25 años atrás, cuando aún no hacía largometrajes y todavía vivía en la India. Yo nunca había estado en Europa y al verla hubo al menos cinco o seis momentos en los que pensé, ¿cómo es que el director sabe lo que hice de niño?, ¿Por qué estaba tan cerca de mí? Me sentí como cuando en mi infancia estaba en una sala de proyección con varios rollos a mi costado y Giuseppe Tornatore me estuviera observando en ese momento. Eso me impresionó mucho y me daban grandes deseos de viajar a Italia. Cuando ya estaba haciendo Last Film Show, no solo sentí la influencia de Cinema Paraíso porque ya muchos otros autores habían enriquecido mi vida. Yo no era muy bueno en la escuela y nunca leí muchos libros, pero a través del cine obtuve una educación y la oportunidad de ver muchas películas. Así que cuando rodaba Last Film Show, realmente no podía evitar rendir homenaje a varios cineastas. Esa lista es interminable y en ella está "Cinema Paraíso", pero también directores como David Lean, Stanley Kubrick o Andrei Tarkovsky y muchos otros con los que me siento agradecido por la suerte de haber visto sus obras y llenarme de vida con su cine.

"Cinema Paraíso", una de las tantas fuentes de inspiración de "Last Film Show"


SH: ¿El proceso de casting para elegir a tu protagonista fue muy trabajoso?


PN: Oh, sí, fue muy duro porque cuando tú estás familiarizado con el cine popular de la India tienes una idea diferente de lo que es la actuación, sobre todo ahora que la gente está muy influenciada por los reality shows. Cuando comenzamos a hacer el casting en la ciudad con un actor infantil profesional, nos decepcionó mucho que no tuviera el lenguaje corporal correcto, se veía muy artificial. Mi director de casting es Dilip Shankar, quien había trabajado anteriormente con Ang Lee en "Life of PI y fue quien encontró al protagonista de esa película, Suraj Sharma. Entonces se nos ocurrió una estrategia: ir a buscar a alguien que no fuera actor. Fuimos a pueblos remotos donde los niños rara vez van al cine y en busca de un enfoque nuevo. Entonces, después de casi 3000 audiciones encontramos a Bhavin Rabari, quien interpreta a Samay y luego supimos que ahora yo si podía hacer la película. En 2 oportunidades había abandonado la idea porque estaba muy deprimido al no encontrar el elenco adecuado. Cuando finalmente encontramos al protagonista, hice unos primeros planos extremos de sus ojos y durante 40 segundos concentró expresiones diversas entre la felicidad y la tristeza. Luego editamos esas tomas para ver el poder de esas emociones y al verlas junto a mi editor supimos que habíamos encontrado a nuestro héroe.


SH: El tono de Last Film Show es bastante realista ¿Se te ocurrió en algún momento abordarla desde la comedia?


PN: Como cineasta, primero siempre me enamoro de la historia y los personajes, luego pienso si podría ser una película de acción, comedia, ciencia ficción o terror, pero no creo tanto en esos últimos géneros. Puedo pensar en hacer algo tan espectacular como "Lawrence de Arabia" o tan pequeño e íntimo como dos personajes en un apartamento, pero lo fundamental es enamorarte de la historia. Una película mía se llama Angry Indian Goddesses, que es una trama con un ángulo de comedia que habla sobre las mujeres urbanas en la India, pero como la idiosincrasia de las ciudades en mi país es algo complicada, la manejé con un tono más ligero, totalmente diferente de cuando hice otra producción como "Samsara", más ligada a la búsqueda espiritual. Yo creo que si volviera a hacer comedia tendría que tener un tipo diferente de tratamiento cinematográfico o, de lo contrario, no lo haría. Siempre trato de encontrar lo que es auténtico en cada historia.

Pan Nalin, director de "Last Film Show"


Hay unas metáforas muy logradas cuando explicas “la búsqueda de la luz” de tu protagonista. ¿Esa también era tu búsqueda de niño?


Cuando fui a ver una película por primera vez en mi vida, me fascinaron la imagen y el sonido, pero también el rayo de luz que venía del proyector a la pantalla. En esos días en la India, las salas de cine estaban llenas de polvo y hasta había palomas adentro. Entonces, las partículas de polvo hacían que la luz fuera muy pronunciada. En las salas de cine digital de hoy en día ya no hay esa magia. Ahora vemos el haz de luz y la pantalla y no hay nada especial en ellos. A mí me fascinaban los rayos de luz danzantes de antaño. Muy a menudo me dolía el cuello por quedarme mirándolos por encima de mi cabeza mientras me preguntaba: ¿Qué es esta luz? ¿Qué está pasando aquí? Yo no me explicaba cómo ocurría esa magia si la pantalla era solo un trozo de tela. Todo se aclaró a partir de que me dejaron ingresar a la sala de proyección. Desde ese momento se volvió para mí una obsesión el capturar la luz y por eso solía robarme el espejo de la casa para atraparla, pero mis hermanas se enojaban conmigo porque no podían maquillarse sin él. Años después, cuando ya no era un niño, aprendí a través de la educación budista hindú que la luz espiritual es muy importante para nuestra cultura. Entonces el tema me pareció más trascendental al pensar cómo se entrelazan la luz, las sombras, la oscuridad y las historias.


SH: Me llama la atención el cómo presentas la preparación de las comidas que Samay luego usa para pagar al proyeccionista….


PN: Mi madre era muy buena cocinera y toda mi familia, incluso hoy en día, está obsesionada con sus recetas. Si vas al mejor restaurante indio, nunca verás esos platos.

Yo usaba la lonchera con mi almuerzo para dársela al proyeccionista del cine. Yo llegué a su corazón a través del estómago porque pensaba que, si él comía bien, me dejaría ver muchas películas gratis y así ocurrió. Muchos años después me puse a pensar qué si alguna vez transformaba mi propia historia en una película, tenía que mostrar que fue la comida la que me abrió las puertas del cine en lugar del dinero. Por eso en Last Film Show, lo que crea un vínculo entre Samay (el protagonista) y Fazal (el proyeccionista) es la comida.


En la India tenemos un género de películas llamadas Masala Movies, porque tienen un poco de acción, drama, romance, humor y muchos otros temas que terminan mezclados como el “masala”, que es una mezcla de especies muy diversas. Esa metáfora se me hizo muy importante y cuando comencé a hacerme director me concentré en que la comida fuera tan importante como la película y que todos los miembros de la producción enfocaran su energía en 5 palabras con “F”: comida (Food), película (Film), amistad (Friend), familia (Family) y futuro (Future). Para recrear lo que mi madre solía cocinar, que es principalmente comida vegetariana, traje a mi hermano que es chef. Le dije que venga y lo haga exactamente como solía cocinar nuestra madre, así que todos los platos que ves en la película fueron hechos por él.


SH: ¿Te ilusiona mucho el llegar a ser nominado al Oscar?


PN: Como cineasta, para mí, lo más importante es la gente y el público, pero también estoy seguro de que esto es el sueño de la mayoría de mis colegas. Personalmente, yo siempre me hago una pregunta… ¿cómo hago para que mi película llegue a la gente? La gente es mi destino, la audiencia es mi destino. Los festivales de cine y los premios son como un hito, pero sabes que realmente no importan. Pero si ese Oscar o cualquier otro premio o un festival de cine me ayudan a llegar a la gente, me hará muy feliz saber que si estamos nominados más personas tendrán curiosidad por ver Last Film Show. Para mí, el juego definitivo no soy yo, es cómo llego a la gente. Hemos ganado varios premios en Tribeca, Busán, Mill Valley y España y acabamos de ganar otro más aquí en Los Angeles hace unos días. Ha sido una gran ayuda el haber sido elegidos como la película representante de la India al Oscar y el haber sido enviados aquí al ingresar entre los 15 pre candidatos de la categoría. Ahora muchos distribuidores han adquirido la película y muchas más personas la están viendo en este momento. Soy consciente que estos reconocimientos ayudan a que seamos más populares.


SH: ¿Qué piensas de algunas películas como Slumdog Millionaire que se centran en el tema de la miseria y la marginalidad en tu país?

PN: Yo creo que es genial porque es una película que disfruté mucho. Creo que la India es una sociedad muy compleja con tantas religiones y grupos sociales y étnicos que la conforman. Por eso tenemos múltiples realidades que no podemos simplificar y creo que muchos relatos sobre la miseria en las ciudades no son la realidad de todo el país. Yo nunca viví eso porque las familias del campo nunca tuvimos nada muy diferente con que compararnos. A lo mejor si hubiéramos tenido de vecino a un tipo muy rico con un coche último modelo hubiéramos pensado por contraste que éramos muy pobres materialmente. Cuando ves películas como Slumdog Millionaire o Lion, sabes que han sido filmadas en el Oeste del país, que es más o menos un tipo de sociedad como la de Mumbai, que es la ciudad más grande de la India.

Samay (Bhavin Rabari) y el resto del elenco infantil de "Last Film Show"


SH: En Perú, el cine de la India era muy popular entre los 70 y 80 gracias a dos salas: City Hall y Metropolitan, cuyos dueños eran de la India…


PN: Eso es algo que me sorprendía mucho al viajar a países tan diversos como Egipto, Marruecos o Rusia. Desde los 60, el cine indio ya estaba llegando a muchos lugares distantes y saber que Perú era uno de ellos me hace sentir la increíble universalidad de este medio. Nosotros en la India ni siquiera éramos conscientes de eso, me refiero a ese fenómeno de buenas historias que empatizan con públicos tan diferentes. Esto está siendo explotado ahora por plataformas OTT como Amazon Prime y Netflix y le están sacando mucho provecho porque saben que pueden llevarse una buena película de España o México y transmitirla a todo el mundo y que van a ser apreciadas. No me sorprendería que pronto se vean películas de Perú en la India, porque en estos días, especialmente después de la pandemia, la forma en que consumimos las historias ha cambiado por completo y la gente ahora es mucho más abierta.


Podría decir lo mismo de "Last Film Show" ahora que la estamos distribuyendo en muchos países como Japón, España e Italia. Antes solo tenías esa apertura para películas de autor con mucho reconocimiento internacional. Ahora hay mucha gente que quiere ver un programa o una película de Corea del Sur o de China o India, así que creo que eso es realmente genial porque abre un mercado para cineastas como yo que no hemos tenido la oportunidad de trabajar con estrellas mundiales y que tenemos que luchar mucho para lanzar nuestras películas correctamente, así que siento que este es probablemente un cambio bienvenido.

Pan Nalin recibe la Espiga de Oro a Mejor Película por "Last Film Show" en la Semana Internacional del Cine de Valladolid 2021


SH: ¿Sabías que en Perú hay una película llamada Willaq Pirqa que también se inspira en Cinema Paraíso?


PN: Tal vez no sabías que durante la Semana Internacional del Cine de Valladolid 2021 –donde ganamos el premio principal- había muchos delegados internacionales participando en el evento. Yo no estaba enterado de la existencia de esta película de tu país, pero uno de ellos me habló de ella. Tiempo después vi algunos clips en YouTube y se ve realmente maravillosa. Me encantaría verla algún día.


SH: En este momento, Willaq Pirqa está teniendo en Perú una buena respuesta de público a pesar de verse en pocos teatros. ¿Animarías a más peruanos a ir a verla?


PN: Absolutamente, le diría a cualquiera que no tienes que ser un cineasta para ir a ver una película así. Para ser un amante de las películas solo tienes que haber ido a verlas a una sala de cine y conservar tu primer recuerdo. Realmente deberían ir a ver esta película. A partir de las pocas cosas que he visto sobre ella, me parece realmente atractiva. Definitivamente, si estuviera en Perú iría a verla. Así que animaría encarecidamente a la gente a ir y a ver la magia del cine. Por lo general, las películas sobre películas son mágicas y siempre hay algunas experiencias personales que pueden ser geniales. Así que yo les diría: oye, ve y mira.


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