El final de la jornada en Donostia trajo no pocas sorpresas al momento de anunciarse un palmarés en el que pocas o casi ninguna de nuestras favoritas estuvo ahí. Aquí el obligado repaso.
Los ganadores de la noche. Fotos: Sayo Hurtado
La edición 69 fue muy diferente de todas las demás por los cambios logísticos que trajo la pandemia consigo y que ocasionaron que ejecutar la cobertura con todo el detalle habitual comenzara a tomar visos de privilegio. Debido a la restricción de aforos incluso para acceder a la sala de prensa y a la toma de fotos y sesión de preguntas con los ganadores el último día, recién caímos en cuenta que había una credencial roja (para los medios más grandes mundialmente) por encima de la verde que se le da a los mortales comunes. Como nunca habíamos sentido ese atisbo de exclusión en un festival en el que siempre se ha dado cabida a todos, solo nos queda pensar en una edición 2022 en la que el avance de la vacunación destierre aquellos compartimientos estancos y que la experiencia de los corresponsales sea como siempre lo ha sido aquí: abierta y al alcance de la mano.
Auditorio Kursaal. Foto: Sayo Hurtado
Ladies’ Night
¿Deberíamos hablar de una tendencia mundial en los festivales por preferir ahora a directoras mujeres en los premios principales como ha pasado en Cannes y Venecia? Probablemente, eso sonaría conspiranoico. Para entender mejor la decisión de otorgar ese honor a la rumana “Blue Moon” de Alina Grigore -una película que reitera la tendencia del cine de su país por los personajes al límite, pero abordados en este caso de una manera oportunista- habría que pensar que la ganadora del año pasado, la georgiana Dea Kulumbegashvili, quien hizo lo propio con una obra disruptiva y con claros afanes vanguardistas como “Beginning”, en la que la reivindicación femenina reposa en una trama rigurosamente concebida desde lo conceptual.
Actriz Gabriela Suciu y directora Alina Grigori de "Blue Moon". Foto: Jorge Fuembuena
Como presidenta del jurado de la edición 2021, ¿ha buscado acaso la cineasta de Georgia distinguir películas que reflejen su propia búsqueda y espíritu de cuerpo reflejado en la trama oscura de la británica “Earwig” de Lucile Hadzihalilovic (Gran Premio del Jurado), o en el trabajo de la danesa Tea Lindenburg (Mejor Dirección) por reflexionar sobre el rol de la mujer rural en el siglo XIX como lo muestra “As in Heaven”, o acaso en la suma de abusos sufrida por su joven protagonista en la mentada “Blue Moon”? Por supuesto, en el terreno de las especulaciones, todo cabe y ello no salvará a la cinta rumana de pasar al olvido. Lo cierto es que favoritas naturales como “Arthur Rambo” de Laurent Cantet o “One Second” de Zhang Yimou fueron ignoradas groseramente y hasta la misma Jane Campion con su “The Power of the Dog” –que tal vez no refleja en primer término el abuso contra la mujer- o “Benediction” de Terence Davies, que tratando con sobriedad y elegancia la problemática gay en la Inglaterra post Primera Guerra Mundial, se tuvo que conformar con el premio a Mejor Guión.
Celine Hadzihalilovic y Tea Lindenburg, directoras de "Earwig" y "As In Heaven". Fotos: Sayo Hurtado
Lo que si no reviste cuestionamiento alguno lo es el hecho de que el premio de actuación unificado fuera de la antigua separación de géneros, haya tenido como ganadora a Jessica Chastain con una caracterización como la devota esposa de un predicador religioso –que luego cae en desgracia- en “The Eyes of Tammy Faye”, una decisión que caía de madura desde el momento en que la película prácticamente cerró la Sección Oficial y la actriz hizo su arribo a Donostia a puertas de la premiación (y cuyas chances de ser nominada al Oscar son más que seguras). Su triunfo en una decisión Ex Aequo con la danesa Flora Hofmann de “As In Heaven”, fue celebrada por poner en alto a una estrella consagrada junto a una joven artista que ciertamente se hizo grande en un reto muy exigido para sus pocos años.
Actrices Jessica Chastain de "The Eyes of Tammy Faye" y Flora Hofmann de "As In Heaven". Fotos: Sayo Hurtado
La parte española
Seria inexacto decir que el país anfitrión tuvo poca fortuna en esta ocasión. Y lo decimos desde la mirada objetiva a una representación que resulto pobre en comparación con años anteriores. De la tan promocionada “El Buen Patrón” del experimentado Fernando León de Aranoa, que llegaba a la Sección Oficial con ínfulas de treparse al palmarés por contar con Javier Bardem, quedó la impresión de una comedia satírica olvidable. El resto de títulos de la península tampoco entusiasmaron demasiado: “Las leyes de la frontera” de Daniel Monzón pretendió rescatar al “héroe quinqui”, aquel truhán de la época de la transición que alguna vez Carlos Saura delimitó con tanta maestría en “Deprisa, Deprisa” (1981), pero esta vez solo al servicio de la nostalgia y lo vacuo; el manoseado terreno del thriller tuvo su bestia negra con “La hija” de Manuel Martín Cuenca, que consiguió un tratado de como criminalizar rápidamente a todo su elenco para darle “sustancia” a una historia previsible mucho antes de su final.
Y en el “terror” terminó cayendo un insigne nombre como el de Paco Plaza, afortunado con la saga de “[REC]” (2007) y hasta con la tensa “Quién a hierro mata” (2019), pero que con “La abuela” pretendió subirse a esa ola de entidades malignas que tan bien le salen a cineastas como James Wan, pero que en el caso presente no se salvó ni siquiera con un guión firmado por Carlos Vermut. Si por algún lado se tenía que rescatar a los dueños de casa, esa posibilidad llegó con “Maixabel” de Iciar Bollaín, quien quiso ir a lo seguro con una crónica sobre reconciliación entre víctimas y victimarios de la ETA que pierde fuerza y capacidad de sorpresa conforme avanza la narración, pero que toca fibras sensibles. Por ello, era más que previsible que se llevara el Premio Irizar a Mejor Película Vasca.
Afiche oficial de "La abuela" y Koldo Zuazua, productor de "Maixabel". Foto: Sayo Hurtado
Finalmente, fue “Quién lo impide” de Jonás Trueba la apuesta más sólida y atrevida desde su hechura entre el documental y la ficción en busca de un retrato fidedigno de las nuevas generaciones españolas. El resultado, que exuda frescura y espontaneidad, se llevó con justicia el Premio a Actuación de Reparto.
Elenco de "Quién lo impide", ganador del Premio a Mejor Actuación de Reparto. Foto: Ulises Proust.
Lo que le tocó a Latinoamérica
En la sección Horizontes Latinos, el fallo –que obvió esta vez Mención Especial alguna-, dio el triunfo a la salvadoreña radicada en México, Tatiana Huezo, cuyas películas documentales como “Tempestad” no dejan duda sobre su capacidad para crear nuevas sensibilidades en torno al género. Su salto a la ficción con “Noche de fuego” ya venía precedida de un reconocimiento en Una cierta mirada en Cannes. A la luz de las competidoras que tenía al frente como la brasileña “Madalena” de Madiano Marcheti, a mi juicio la más rigurosa y creativa de la muestra por su afán de contar con sugerencia la sistemática problemática de asesinatos contra transexuales en el Brasil rural, las preferencias finales se fueron con la primera y su crónica de terrible postergación femenina, en la que las niñas del campo mexicano sufren el robo de su juventud y su propia femineidad ante la amenaza del narco.
Tatiana Huezo, directora de "Noche de fuego". Foto: Sayo Hurtado
Si esto fuera planteado como un juego de minorías, se entendería rápidamente el porqué del triunfo de unos sobre otros. Pero no teniendo la confirmación de tales certezas, solo nos quedan un conjunto de decisiones que parecen obedecer a un patrón de los tiempos. San Sebastián cerró el telón de su edición 69 y el peso de sus decisiones sigue alimentando un debate que parece lejos de haber concluido.
TODOS LOS GANADORES:
Concha de Oro a Mejor Película: “Blue Moon” (Rumania) de Alina Grigore
Concha de Plata a la Mejor Dirección: Tea Lidenburg por “As in Heaven” (Dinamarca)
Concha de Plata a Mejor Interpretación Principal: Flora Hofmann por “As in Heaven” y Jessica Chastain por “The Eyes of Tammy Faye”
Concha de Plata a Mejor Interpretación de Reparto: El elenco de “Quién lo impide” (España) de Jonás Trueba
Premio Especial del Jurado: “Earwig” (Reino Unido) de Lucile Hadzihalilovic
Premio del Jurado a Mejor Guion: Terence Davies por “Benediction” (Reino Unido)
Premio del Jurado a Mejor Fotografía: Claire Mathon por “Undercover” (Francia)
Premio Nuev@s Director@s: “Unwanted” (Rusia) de Lena Lanskih
Premio Horizontes Latinos: “Noche de fuego” (México) e Tatiana Huezo
Premio Zabaltegi: “Vortex” (Francia) de Gaspar Noé
Premio del público: “Petite maman” (Francia) de Céline Sciamma
Premio del público a la Mejor Película Europea: “Between Two Worlds” (Francia) de Emmanuel Carrère
Premio Irizar al Cine Vasco: “Maixabel” de Iciar Bollaín
Premio Cooperación Española: “Noche de fuego” de Tatiana Huezo
Premio Feroz Zinemaldia: “Quién lo impide” (España) de Jonás Trueba
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