Como era previsible, “Oppenheimer” se convirtió en la gran ganadora de la noche con 7 estatuillas. La gala, menos aburrida que la del año pasado, pero sin tener un show descollante, reafirma a Hollywood más como un mercado que una elite del cine.
Qué el comediante Jimmy Kimmel tenga un espíritu irreverente y “anti-Trump” no es algo que desagrade a la mayoría –tampoco a mí-, pero es el reflejo directo del espíritu de cuerpo de la Academia, mordaz e irónica con sus enemigos personales, pero ausente y muda cuando otros imperativos políticos desafían sus propios intereses como industria. Esto lo veremos a detalle al hacer el desglose de lo que fue la noche de un Oscar con pocas sorpresas y muchos premios cantados.
NUEVAMENTE, SCORSESE CON LAS MANOS VACÍAS
Vamos a dejar de lado por un momento a las películas internacionales (donde están varias de las mejores de toda esta competencia) y nos vamos a quedar con la producción anglosajona. En ese escenario, hay una que, particularmente, me parece notable como lo es “Killers of the Flower Moon” de Martin Scorsese, la que situé en lo más alto de mi lista de Mejores Estrenos de Cartelera del 2023. Se trata de una de las mejores películas de la segunda parte de la carrera del gran Marty, la que aparte de destacar por su crudeza y su espíritu poco concesivo, tiene implícita una reivindicación a los pueblos originarios de Norteamérica.
¿Entonces? ¿No se supone que eso se ajusta al espíritu “inclusivo” con el que Hollywood gusta de lavarse la cara de tanto en tanto? Lo que sucede es que la historia de “Killers…” también destaca por su crítica cerrada contra la codicia de un capitalismo acérrimo que termina siendo criminal, al nivel de sentar incluso muchas de las bases ideológicas de los EEUU. Bueno pues, ese mismo “capitalismo” le acaba de cerrar la oportunidad de ganar a Scorsese. Las reivindicaciones quedan mejor con relatos amables como “Danza con Lobos” (que le robó el Oscar a “Goodfellas”).
Conclusión: Un genio como Scorsese, que ya es reconocido como tal (y premiado por “Los infiltrados” en lugar de sus obras mayores), ya cumple un rol en la industria y no necesita más para sacar lustre. Más bien, siendo el británico Christopher Nolan un nombre prácticamente de la casa y sinónimo de grandes taquillas por su mirada oscura y pirotécnica (la más de las veces), era lógico que la Academia se inclinara ante un personaje capital de la historia estadounidense como “Oppenheimer”, en un intento por sacarse las culpas por la detonación de la bomba atómica. 7 Oscar, incluido Mejor Película y Director, consagran ese pacto que confirma a Hollywood más como un mercado que como una elite del cine.
SOBRE LOS ACTORES
Los premios a las actuaciones masculinas y femeninas no fueron sino la secuencia de lo que ya habíamos visto en los SAG Awards, galardones que al ser un voto directo de ese gremio, rara vez dejan de coincidir con la entrega de los Oscar. En ese sentido, era seguro el triunfo del irlandés Cillian Murphy a Mejor Actor por “Oppenheimer” en una categoría en la que muchos hubieran querido ver alzarse a intérpretes entrañables como Paul Giamatti por “The Holdovers”. Donde sí obtuvo justicia la película de Alexander Payne fue con el premio a Mejor Actriz Secundaria, donde el trabajo de Da’Vine Joy Randolph como ruda matrona no admitió discusión alguna.
Mejores Actores Secundarios: Robert Downey Jr. y Da'Vine Joy Randolph. Mejores Actores: Emma Stone y Cillian Murphy.
En Mejor Actor Secundario, la necesidad de premiar a Robert Downey Jr. por “Oppenheimer” y por encima del calculador villano que Robert de Niro compuso con brillantez en “Killers of the Flower Moon”, es parte del juego de la industria por darle valor a cuadros más vigentes. Pero donde ocurrió lo inesperado fue con la actriz principal de esta producción, Lily Gladstone, que con un Globo de Oro y un SAG Awards en el bolsillo, era una carta fija en casi todas las quinielas. Por esos extraños comportamientos de la Academia, el galardón terminó en manos de Emma Stone por “Poor Things”, que –valgan verdades- fue un trabajo sorprendente y atrevido, llegando a cosechar 4 galardones incluido el de Diseño de Producción, que es una suerte de premio consuelo cuando no se alcanza los rubros de Mejor Dirección y Película.
EL CINE INTERNACIONAL
La francesa “Anatomía de una caída”, un drama judicial correcto e introspectivo, pero exageradamente elevado como ganador del Festival de Cannes, le llenó los ojos a la Academia en la necesidad de buscar una representación femenina encarnada por la directora Justine Triet, que al no ser la elección de la Academia Francesa como su representante, fue acogida por fuera del batallón de películas extranjeras, ganando en Mejor Guión Original a títulos más sólidos como “The Holdovers” y “Past Lives”.
Arthur Harari y Justine Triet reciben el Oscar a Mejor Guión Original por "Anatomía de una caída".
En Mejor Película Internacional, había propuestas autorales muy por encima de la emotiva “La Sociedad de la Nieve” de España (e incluso, muy superiores a la producción francesa que mencionamos más arriba). Tanto “Io Capitano” (Italia), “Perfect Days” (Japón), “Sala de profesores” (Alemania) y “La Zona de interés” (Reino Unido), se encontraban entre lo mejor del Oscar, siendo la ganadora esta última al traer nuevamente a mención al Holocausto, tema que conmueve mucho a un Hollywood que es indolente frente a otras coyunturas como la que ocurre con los palestinos en la Franja de Gaza. El mismo director, Jonathan Glazer, se encargó de enfatizar que ese horror no debe verse encerrado solo en ese episodio, haciendo de aguafiestas para aquellos cuya sensibilidad solo conoce un lado de las cosas. Y es que si esta producción tuviera una segunda parte que llega hasta nuestros días, pues ya sabrían de que trataría.
OTROS RUBROS
Otras sorpresas de la noche se dieron con el triunfo de Mejor Guión Adaptado para Cord Jefferson por “American Fiction”, una comedia dramática con vocación de metacine, pero que termina sucumbiendo ante la tentación de resolver la trama con fórmulas que desdicen el espíritu irreverente que tanto postula. Otra decisión que no por sorprendente deja de ser justa ocurrió en la categoría de F/X con la japonesa “Godzilla: Minus One”, quien dejó atrás a competidoras como “Guardianes de la Galaxia: Vol. 3” y “Misión Imposible: Dead Reckoning Part One”. Esta vez, la Academia rompió con los favoritismos en favor de la casa y se decantó con esta suerte de homenaje a la legendaria productora Toho, porque, valgan verdades, esta es la primera versión del legendario monstruo que tiene un sustento dramático muy por encima de cualquier otra versión nipona (y anglosajona).
Equipo de efectos especiales de "Godzilla Minus One".
¿LLOREMOS POR BARBIE?
Al inicio de la temporada de premiaciones, hubo cierto recelo entre los comentadores de cine a propósito de la intención de llevar a la famosa muñeca de Mattel a ser un vehículo de entretenimiento con un rol “empoderador”, sumando en ese esfuerzo a talentos del cine independiente como la directora Greta Gerwig y el guionista Noah Baumbach. Como quien dice, utilizar el discurso feminista como un caballo de Troya de un producto comercial que solo busca elevar sus ventas. Si el año anterior, Hollywood dejó en claro que con el triunfo de “Everything, Everywhere, All at Once” su intención era sumar al pelotón de ganadoras a propuestas netamente comerciales, pues había motivos de sobra para creer que “Barbie” podía contar con semejante impulso.
Sin embargo, a lo largo de la temporada, sus posibilidades fueron disminuyendo a pesar de sus 8 nominaciones, pero quedando fuera de Mejor Dirección, lo que la ponía en una situación menos ventajosa que el resto de favoritas como “Oppenheimer” o la misma “Killers of the Flower Moon”. Al final, el premio a Mejor Canción Original para Billy Eilish (el segundo de su carrera y con tan solo 22 años) devolvió “Barbie” al lugar que tenía destinado para pelear algo seguro, ello a pesar de los lamentos de más de un comentador a quienes parece que este caso es más sensible que dejar con las manos vacías a Martin Scorsese.
Billie Eilish y su hermano Finneas O'Connell, ganadores a Mejor Canción Original: "What Was I Made For", por "Barbie".
CONCLUSIÓN
Lo dije más arriba: Hollywood se comporta más como un mercado que una elite del cine. Al parecer, sus viejas glorias (muchas aún vigentes) han de conformarse con ser tratadas como una pieza de anticuario. Basta con ver el In Memoriam y ver como muchos talentos fueron tratados con poco respeto al aparecer en la parte final con una pantalla llena de créditos en la que se pierden nombres como los de Terence Davies, David McCallum, Paolo Taviani, Treat Williams, Cormac McCarthy, Frederic Forrest o Burt Young.
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